Es habitual que dentro los espacios feministas repitamos casi hasta el cansancio que no existe el feminismo, sino que se trata de los feminismos: que no tenemos representantes, que lo rico del movimiento es su capacidad de bucear en su propia heterogeneidad y, sobre todo, que se trata de algo que estamos construyendo. Si no se nace mujer, mucho menos se nace feminista, y lo rico de ese proceso es que no existen credenciales que puedan validar un título que conlleve a la autoridad. Todes estamos siendo y es desde ese lugar que concebimos la idea de un Área de Género en La Sede. Un Área que no se perciba como algo aislado de todo lo que circula por el espacio, sino que intente estar en diálogo y sea transversal a todas las propuestas que allí se desarrollen.

Estar siendo, también nos lleva a asumir que los espacios que habitemos no estarán libres de tensiones y que tendremos la tarea de desarmar prácticas machistas y/o patriarcales propias y ajenas. Y, felizmente, a la vez nos reta a poner en práctica nuestros propios discursos. En ese sentido es que apostamos a una construcción colectiva que no sea permeable a ningún intento de iluminismo, principalmente porque sostenemos que lo rico está en poder traducir lo que ya está sucediendo, en rascar la dimensión política feminista de lo cotidiano, con el objetivo de descubrirlo, compartirlo y hacerlo visible.

Cuando nos llega la propuesta de participación desde el área de Perfomediáticas, desde el Frente de Tormentas a esta actividad, nos llega también un texto sobre la imagen política.  Una frase logró conectarnos con nuestra experiencia, sentir feminista. Decía algo así: “…una imagen que tensa pero no rompe…”, y ese fue nuestro punto de partida. Como cataratas, vinieron a nuestra memoria (muchas veces compartida) imágenes cotidianas, de marchas, de situaciones en donde desde los feminismos ocurre una y otra vez esa situación. Días después se suma la pregunta que nos comparte Guillermo Sotelo, integrante del Frente: ¿es posible hablar de una imagen feminista?. Claro que no!. Nuevamente el estar siendo irrumpe y nos recuerda que nada es acabado desde los feminismos y que si tenemos una capacidad, es la de tensionar, tensionarnos, de ponernos incómodes hacia dentro y hacia afuera. Tensión que es propia del movimiento y a la vez para nosotras, es tarea urgente de quienes creemos que no alcanza con enunciar discursivamente: que somos mujeres, lesbianas, travestis y trans, plurinacionales, decoloniales, negras, villeras, migrantes, trabajadores sindicalizades, de la economía social y popular, no formalizadas, amas de casa, profesionales, analfabetes, académiques, conurbanes, empujando al patriarcado, es preciso algo más.

Participar en esta actividad sin ser la razón para ello que seamos parte del mundo artístico también nos entusiasmó.  Lo leímos como aporte a la pregunta: cuán democrático es el acceso al ARTE?, nos gustó ese cuestionamiento (que quizás excede la propuesta que se nos hizo), pero que creemos,  es una  inquietud que se hace manifiesta con nuestra participación. Qué es el mundo del arte desde los artistas? Y para el sentido común? Quiénes abren los puentes entre las distintas concepciones? Cómo? Hay obras que se denominan arte y otras no? quiénes pueden hablar de arte?, una dimensión política asoma en esta propuesta y es motivo según  nosotras,  para estar presentes.

Con más preguntas que respuestas, empezamos a pensar qué propuesta sumar. Como veníamos diciendo, nos mueve aquello feminista que ya está ocurriendo sin necesidad de que nadie lo alumbre, pero que compartido genera esos diálogos en donde la potencia se multiplica, volteando lo sectorial de cara a lograr algo difícil pero no imposible,   una construcción feminista  honesta, en el sentido de estar muy conscientes de los lugares de enunciación que cada une tenemos. De este modo, convidamos a Orilleras Feminismo Popular a tomar el lugar de la palabra y disfrutar de sus imágenes políticas:

En Orilleres, un espacio cultural creado por artistas de la villa 21.24, nos organizamos lxs ORILLERAS, un grupo de serigrafía feminista, popular y autogestivo para mujeres y disidencias. En un sistema que nos oprime,  estigmatiza y habla por nosotrxs, pensamos y trabajamos en nuestros diseños para transmitir nuestra lucha y organización feminista. Entre los trabajos, se destacan “las villeras abortamos” que da cuenta de una realidad que atravesamos todos los días las pibas pobres y personas gestantes de nuestros barrios y que mientras siga siendo clandestino, seguimos corriendo el  riesgo de morir o ir presas. Con otro afiche nuestro: “Las villeras paramos” en el marco del 8M paro de mujeres, lesbianas, travestis y trans, queremos dejar en claro que somos mujeres trabajadoras, mujeres de la economía popular, las que cumplimos doble y hasta triple jornada laboral, a las que siempre se nos asignan los trabajos de cuidados y limpieza, somos la mano de obra barata, siempre invisibilizadas, pero, ¿qué pasa si paramos? Claramente dejaríamos de serlo. Por eso nos organizamos y salimos a intervenir  los pasillos del barrio difundiendo lo que nos interpela, realizamos pegatinas para visibilizar nuestra lucha y buscar un impacto en la comunidad en la que vivimos, también hacemos intervenciones  fuera del barrio buscando de alguna manera incomodar al otrx .

Orilleras y el Área de Género en La Sede

Fotografía: Orilleras

 

Un comentario en “Feminismos: las imágenes que tensan pero no rompen

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