1. El 20 de marzo de 2020 desde las 00 hs comenzó a regir la cuarentena a nivel nacional en el territorio de la República Argentina. Anunciada en cadena nacional por el presidente la Nación, Alberto Fernández, además del decreto de necesidad y urgencia, Nº297, desde ese día (el 19 de marzo en la noche) y hasta hoy la vida de los habitantes de este país ha cambiado de manera determinante: los medios esparcen el miedo y la desinformación; cualquier periodista o panelista sabe(?) de epidemias y de infectología; las loquísimas -casi psiquiátricas- teorías conspirativas están a la orden del día, sin ningún sustento más que el de un video hecho por algún que otro desquiciado youtuber con mucho tiempo para la banalidad; programas enteros sobre conspiraciones, hay que hablar 24 hs sobre un barbijo; los promotores del miedo disfrazan a través, de sus operadores y sus voceros, que lo que peligra es la economía(?), en retorcidos discursos, que exacerban sólo lo banal, una manera solapada que encubre el desprecio por la vida, y sólo la importancia del dinero; no hay mucho para pensar en los países donde se privilegió la economía, los muertos se cuentan de a millares, de a miles, y en su mayoría del pueblo trabajador; sólo hace falta mirar las cifras de Estados Unidos-36000, Italia-22000, España-2000.
2. En el territorio, el héroe colectivo es y seguirá siendo el pueblo generoso que, a pesar de todo lo que significa la cuarentena, el quedarse en casa y tomar los recaudos necesarios, también colabora y acompaña las medidas para salvar vidas; seguramente existan los casos donde haya personas que no colaboren, exacerbadas y estigmatizadas hasta el hartazgo en los medios masivos de comunicación, pero no son ni por asomo un porcentaje elevado en relación a la inmensa mayoría.
3. Capítulo aparte se llevarían las fuerzas de seguridad, encargadas de brindar “un servicio a la comunidad”, policía, gendarmería, tránsito, se la pasan molestando a les trabajadores y pibes de los barrios, y haciendo multas a les trabajadores exceptuados que se movilizan hacia su lugar de trabajo; no son lo que debieran ser, ni por lejos ni por cerca.
4. En el territorio, la cultura viva y comunitaria ha sido históricamente la respuesta al mercado que hace productos (el mismo que pide la prioridad de la economía en el medio de la pandemia); el pueblo hace cultura, los tejidos comunitarios las redes, los proyectos colectivos con otres han sido siempre una características de la cultura viva; que no se junta ante la emergencia o la coyuntura política social y económica, se junta y se hermana porque entiende que la salida es colectiva, juntándose con otros, poniendo en valor el territorio y lo comunitario, dando valor a la producción artística y cultural, no como un hecho en sí mismo, sino un acto de trasformación para mejorar el mundo y el territorio en que vivimos; la cultura entendida como un derecho no como una mercancía que podes comprar y vender; en estos días la vida en comunidad, los proyectos comunitarios y colectivos, han recibido un gran golpe: no te podes juntar para organizar absolutamente nada, el hecho de compartir un proyecto entre vecinos, amigos, artistas, se transformó en un escenario bastante desolador y, ante semejante escenario, la creatividad, el ingenio y las ganas de seguir haciendo cosas, produciendo, con otres sí es una respuesta maravillosa, una subversión al individualismo de esta pandemia que mata a la vida comunitaria y a los proyectos colectivos.
5. Lo que pasa el 3 de abril tiene que ver directamente con los bancos y el sistema financiero, que jamás va a cuidar a nuestros viejos y nos tienen de rehén; durante toda esa semana escuché al sector bancario en los medios contar cómo evadían medidas concretas para morigerar la situación y te decían que llamaras a la banca telefónica, dónde había instalada una máquina, imposible de comunicarse; y, si te contesta, una máquina pronuncia frases como «lo estamos analizando», nada mas, pateando todo para adelante; ahora exponen a nuestros viejos, porque sólo van a cobrar después de horas de fila ante el frío, y tienen que optar entre cobrar o hacer el trámite para que le manden el plástico en 10 o 15 días (si), no hay mucho para pensar.
En donde yo vivo en Moreno, en el banco supervielle, hubo como 7 cuadras de cola; con tres cuadras de gente aun, el banco quería cerrar, dejando sin nada a nuestros viejos, y tuvo que intervenir gente del Anses de Moreno ante el banco.
Acompañar a nuestros viejos al banco o hacer la fila, no es de necios, es una actitud solidaria de cuidado, que no nació hoy de forma masiva,viene de larguísima data; aunque algunes no lo puedan dimensionar ni mucho menos tratar de entender…..
Ahora se plantea «bancos abiertos», sábado y domingo, poniendo también en riesgo no sólo nuestros viejos sino también a todos los laburantes bancarios. También se plantearon, algunas opciones que circularon pero no sé implementaron: Home bankin con DNI; punto efectivo sólo con DNI, retiro efectivo con DNI en cajeros; reparto de tarjetas a domicilio. Para algunas de estas medidas sólo se necesitan programadores a distancia, pero de acción y decisión política para priorizar el aporte y bajar la curva, y no la especulación y negocios de bancos privados, que hacen negocios con los jubilados.
En el conurbano el efectivo es algo esencial ya que pagar con débito o crédito no es tan fácil. La concentración de gente en los cajeros tiene que ver con la cantidad de población aquí, en relación a las pocas terminales que existen y en lugares céntricos. por lo general. cercanos a cadenas de supermercado, shopings o estaciones de tren. En los barrios no hay cajeros, solo algunos móviles, como ahora, pero desde hace pocos días. A esto, sumale las verdugueadas de la yuta y la gendarmería, en su mayoría semianalfabetos, que no están preparados para estás situaciones.
En los barrios la inmensa mayoría cumple con la cuarentena, así que hay responsabilidades mayores; no hace falta echar culpas pandémicas con clasismo berreta, con frases cómo «estupidxs, cabezas de termo, imbéciles, inconscientes…» Duelen en los ojos y el alma leer algunas cosas, a la necesidad concreta de personas de alimentarse y a unos viejos que no tienen el manejo de un plástico, para procurarse además de alimentos y medicamentos….
6. En estos días son impresionantes los gestos de solidaridad y de empatía con los que la están pasando mal; muchas organizaciones, comunitarias, grupos de artistas, de músicos, clubes de fútbol de barrio se han organizado y han implementado ollas populares, mientras en los medios masivos de comunicación se amplifica el miedo y se hacen test en vivo (tamaña y cínica irresponsabilidad); miles y miles de personas asumen la responsabilidad y los riesgos de ayudar a sus vecinos, a sus pares, con la cuestión alimentaria y tejiendo redes, con actitudes empáticas y acciones no mediatizadas, ni parte de ningún show.
7. El desprecio por la vida de los trabajadores de las grandes empresas de parte de sus ceos y gerentes, es una cuestión cuasi natural, cero protocolos, cero protección, y buscan las mil formas de seguir aunque sus rubros no hayan sido declarados esenciales, presionando a los trabajadores, descontándoles parte del sueldo, no pagando premios, ni extras.
La prepotencia de la solidaridad y empatía del pueblo argentino hace que, por encima de todas las miserias de clasismo berreta y lumpen de la derecha argentina, uno se sienta parte y orgullo de este pueblo, incansable, comunitario y colectivo……………..
Llega el sol de otoño y mandarinas
Llega el quinielero de la lotería uruguaya
El de las refacciones en casa
De levantar paredes arreglar los cables.
Del locro del 1ºde mayo
Del vino tinto y las empanadas fritas
El de la juntada de ropa
Y alimentos para los que no lo tienen.
El otoño donde sacas la mesa al sol
Para compartir el pan
Llega el otoño de aroma a pan casero
Tortilla, Chipa y torta frita.
Solo hace falta compartirlo……
Un rato.
Ricardo Esquivel
Docente, músico, productor.
Coonurbana Comunicación El Ojo Negro.
Fotografía: M.A.F.I.A.
Un comentario en “Prepotencia solidaria. Notas sobre un conurbano que no descansa”
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