Negar el carácter social del dólar es una trampa que diluye el componente cultural y político de la moneda.

La moneda no es una institución abstracta, un altar al cual rezarle

Tampoco es prerrogativa intelectual del saber experto.

Desde Relámpagos, proponemos batallar el discurso fetiche, a lo económico presentado como dueño de un alma propia que escapa a la acción humana, tensionar la relación entre economía, cultura y sociedad y conjurar las naturalización de lo social.


Cultura y mercado, ¿asunto separado? Por Mariana Luzzi

«Contra lo que muchos economistas sostienen, los comportamientos económicos no son distintos de otros comportamientos sociales. Son acciones con sentido, razonables en su contexto, atravesadas por la historia. Mal que les pese a quienes fundan su prestigio en su capacidad para realizar pronósticos, ni los agentes económicos son inmutables, ni sus acciones son idénticas en todo tiempo y lugar»

La ciencia económica es una ciencia social Por Pablo Figueiro

«El facilismo con el que muchas veces afirman qué se debe hacer o explican el por qué de los fracasos, como si se tratase del más evidente cálculo, contribuye sin que lo sepan (incluso en los casos más bienintencionados) a consolidar un imaginario en el que todos los males provienen de la ineficiencia y/o corrupción política, que no habría sabido o no habría querido seguir las medidas»

El dolar no es abstracto, ni crece en el cielo Por María Victoria Raña

«Después de todo, el saber experto instituye su voluntad de verdad como modo de pensarlo todo. Las explicaciones económicas que desconfían de los análisis sociales o culturales están más cercanas a los idearios de los centros de saber conservador aunque cuenten con recetarios distintos, y se autoperciban como heterodoxas.»