Por Ana Eva Ziliani "Me acuerdo que en ese momento había dos cosas que alimentaban nuestros sueños en relación a que otro mundo era posible: los recitales de rock que eran una especie de misa donde podíamos hablar un lenguaje común y las marchas de la resistencia donde Hebe junto a las otras madres nos repetían una y otra vez que la lucha no había sido en vano y que ese era nuestro camino."