Por EDUARDO GRÜNER. Al igual que el psicoanálisis, el marxismo es una teoría de su propia práctica. Por eso su ´materialismo´ es histórico: sus grandes postulados teórico-filosóficos son básicamente, con toda su complejidad, una guía para la acción, y no meras hipótesis formales que podrían o no refutarse con hipótesis ´mejores´.