Boedo y la nostalgia

Por Horacio González. "Una ciudad no se fabrica en serie ni a pedido, la van haciendo sus habitantes, que al mismo tiempo se comprometen en custodiar las mejores reglamentaciones urbanas, las que impiden el avance de la renta inmobiliaria sobre el patrimonio simbólico de los barrios. Hoy ha ocurrido un desbalance que por momentos tiene contornos trágicos."

¿Hago el bajo?

Por Horacio González. "Hay que decirlo con ligera resignación, imperceptible desgano. ¿No sabemos que no hay que remarcar demasiado lo realmente importante? El pasajero dice “el Bajo” y una automática complicidad se establecerá enseguida. No es necesaria una palabra más. Sabemos lo que significa."

Horacio González vive en las calles 

Horacio González vive en las calles, en los bares, en las paredes de una ciudad, de todas las ciudades. Horacio González, un citadino que en los signos arquitectónicos, costumbristas, lingüísticos de la ciudad encuentra las claves para pensar una nación, como espejo invertido y alucinado de la pampa; un pueblo, sus retóricas, invariantes pero sobre todo sus formas emancipadas. Traduciendo, llevando a una mesa de disección signos, juntando y amontonando restos, de imágenes y palabras, voces y entredichos, para pensar, pensarse, pensarlo todo

La palabra comuna invita a un deseo, el de no pertenecer a un vasallaje

Por Horacio González. "La idea de pensar un ser comunal es una tarea que no es fácil de encarar. Nos daría mas ánimo si la proyectamos como un deseo futuro y vinculado a las grandes utopías que casi siempre requieren un reclamo territorial. Como las islas utópicas del pensamiento barroco o del pensamiento renacentista o por el renacimiento revolucionario del siglo XX que ocurre en una notoria isla del caribe"